Confesiones absurdas.

No, no diré que te quiero!
que te quise más que a nadie....
eso puedo decirlo sin miedo.
Que te quise cuando aún no sabia lo que eso era,
cuando el amor era tu nombre
y tu nombre era eterno.
No, no diré hoy que te quiero,
es imposible que te quiera después de tanto...

Diré sin embargo
que tropiezo a diario con tu recuerdo,
y que me pena el fantasma
del beso que negaste y que me debes.
No,no diré que te quiero!
quién podría decir tal cosa...
aunque sonrío al imaginar tu cara,
aunque ensayo las palabras
con las que marcaré tu día
y presumo tus respuestas
a mis osados requerimientos.
No diré que te quiero,
pero diré que quiero que me quieras
y que significa eso
sino quererte ya de alguna manera...
con ese querer sin medidas,
querer de los quince años...

No, no diré hoy que te quiero!
eso sería una confesión absurda
de mitad de noche insomne,
pero ya nada importa...
de lo que siento nadie sabe
no he dicho nada a nadie
y afuera ya empieza a clarear...

La pena

Quiero explorar la pena
recorrer cada milímetro
conocerla íntimamente
percibir su arribo
salir a encontrarla
sentir cada minuto
su presencia en mi abatido ser.

Quiero estrechar la pena
de un vez y por todas
exprimirla hasta matarla
y beberme su agonía
y cuando ya no pueda
respirar de tanta pena
y cuando la sepa tanto
que sea como yo misma...

Entonces le cerraré mis puertas
y le negare mis ojos
le desterraré para siempre
de mi alma y de mi vida,
porque al haberla albergado
también se cual es la salida
y he de combatirla fieramente
hasta aplacarla en lo rotundo.
Y la veré pasar por mi lado
y entonces... desviaré mi vista.

Ya de penas estoy harta

Ya de pena estoy vacía.

Vals de despedida

Me dijiste adiós sin derecho a réplica
y te desvaneciste como un sueño que se acaba.
Se acabó la risa al pensar tu nombre,
se acabó el pulso de esperar tu llegada.

Hoy no eres mas que un secreto suspiro,
añoranza silente.
El abrazo que nunca tuve
y el beso que nunca di.
No eres mas que el débil vestigio de amarte
que un día sin miedo quise,
vestigio de mi callado intento
de verme en tus ojos,
de oírme en tus labios...
Esos labios que quería para mi
y que hoy solo repiten
el eco constante
del rotundo adiós
que sin derecho a réplica
gentilmente me has dedicado.

Quería bailar contigo
nuestros ritmos inventados
y hoy en cambio
solo escucho en mi cabeza dolorida
el canto de tu adiós
en un vals de despedida

Tu por estos días...

Tu por estos días eres
un abrazo que se hallaba adormecido,
una sonrisa interrumpida que renace como un sueño.
Un sueño que se repite
que te trae una y otra vez
hasta mi rincón escondido.

Eres como una brisa que me sorprende,
que me roza cuando cuando tengo mis brazos cansados,
que me acuna cuando estoy dormida,
que me desnuda cuando estoy desprevenida...
una brisa leve y sutil que se agiganta y me cubre.

Tu para mi por estos días
eres un misterio irresoluto,
te entrego mi calma y la vuelves ceniza.
Por estos días lo que estuvo se ha ido
y lo que fue ya no existe.
Temo desvanecerme en un suspiro,
volverme arena entre tus manos,
caer a la nada...
como en la nada yacen mis argumentos
cuando los derribas con la simpleza de tu risa.

Ven pronto con tu abrazo
déjame saborear tu esencia,
la naturaleza cristalina
con que te muestras glorioso.
Ven a recoger mis ganas...
mis ganas de ti por estos días

Odio Soñarte

Odio soñarte.
Porque entonces despierto
y te me desvaneces
entre rayos de luz
y realidad impuesta

Odio soñarte.
Porque después del descanso
que me regalan tus ojos nítidos,
llega el vacío
y la desesperanza.

Odio soñarte.
Porque no vienes
sino que te invento.
Y se que te invento,
Y se que no vienes,
Y que solo es un sueño…

Y me perdería mil veces,
y me daría al silencio,
y me estrellaría en las nubes
para volver a soñarte.
Soñarte aunque sea un minuto,
soñarte si puedo despierta.
Verte con la claridad de la dicha,
con la claridad
de tus ojos que se alejan,
con la claridad de saberte
el sueño que odio,
porque termina.

Mi ofrenda

Te regalo la simpleza de mi sonrisa,
esa que nace antes de mi despertar cuando pienso en tí.
Te regalo mi temor,
de que me leas y no puedas verme
de que me sepas y no te importe.
Te regalo mi mano
para que sostenga la tuya
cuando te pierdes del mundo,
silencio compartido
rituales secretos.
Te regalo también la distancia
para que elijas pausadamente el cuándo.
Te regalo mi abrazo
para que sepas que estoy
y un poco de mi fe
para cuando pierdas la tuya,
la certeza de que cada día te recuerdo,
mi apoyo intransigente, mi poema nocturno
en fin...



Mi amistad pura e imperfecta,
guerreando impúdica,
tratando de convertirse
en refugio clandestino
o paréntesis cotidiano.
Te regalo muy honestamente
el fruto de lo que me has dado..
Guárdalo en un bolsillo...nose...es para tí.

Tu piel es como América

Tu piel es como América,
morena a ratos
con algunos rasgos de claridad.

Tu piel es como América
con surcos antiguos
y dolores retratados,
magias ancestrales
fortalezas escondidas
y cuando menos lo esperas...
la gloria de un carnaval.

Tu piel es como América,
arremete con furia
cuando quieres doblegarla.

Tu piel es como América
y en ocasiones me sorprenden selvas
me atrapa el calor intenso,
me abandono en tus cascadas
hasta perderme
en el torrente de tu abrazo feroz.

Tu piel es como América,
bella y sin disfraz como el desierto,
cálida y profunda
con promesas de frescor.



Amo la rudeza de tu piel descubierta
y el suave vértice de tus encantos
Amo la América que aún desconozco
que me llama en lo profundo y
me susurra melodías.

Déjame recorrerte
aturdirme en tus colores,
descansar en tus arenas
dormir bajo tu lluvia.
Déjame solo un segundo,
un segundo y la vida entera!
Besar América en tu piel...
mi piel llena de América.